El ritmo de mis palabras no tiene fin. Tan distinto de todo lo demás en este mundo. Ellas son la única salida, la única opción de trasgresión que yo conozco en este orden científico. Y lo juntan todo y lo separan a la vez. Son ellas el principio y mi final. Recipiente infinito de la existencia.

domingo, 19 de octubre de 2008

Eclecticismo Confuso

La mitad de mi cabalga el tiempo
Mientras el resto cumple horarios de oficina
La mitad de mi es el vertiginoso árbol
Mientras el resto es ilimitado
La mitad de mi es insensata formalidad
Mientras el resto es impávida noche
La mitad de mi es doctora, ejecutiva, ingeniera ilustre
Mientras el resto es el espejo del tiempo,
poeta triste y cautiva
La mitad de mi es viento fútil
Mientras el resto son los ojos del océano
La mitad de mi son revistas de moda y un vestido nuevo
Mientras el resto es vigilia y el efecto invernadero
La mitad de mi es profundo mármol
Mientras el resto ama la imperfección
La mitad de mi es alas de mariposa
Mientras el resto es perro rabioso
La mitad de mi son lágrimas del tiempo
Mientras el resto es la risa del olvido
La mitad de mi es hemisferio sur, raíz inamovible
Mientras el resto es europeísmo converso
La mitad de mi es asimetría
Mientras el resto es la herencia de Pitágoras.
La mitad de mi es social y democrático
Mientras el resto es sueño neoliberal.
La mitad de mi es bandera sin patria
Mientras el resto es identidad
La mitad de mi lo es todo
Y todo siempre es mi otra mitad.

4 comentarios:

Clarisa Vitantonio dijo...

Moni,
tengo el poema guardado como la joya que es. Y orgullosa de ese regalo que me has hecho. Enhorabuena por tu blog que lo he colgado en el mío.
Besazos
Clarisa

Ana del Vigo dijo...

Hola!!!estoy aqui.....
en tu blog....
me encanto este poema cuando lo recitaste en libertad...
es precioso el blog..
besos
ana

Tente dijo...

Me ha encantado Eclecticismo confuso y el final es apoteósico, simplemente increible, de corazón, sorprendente parto.

Lola Martín dijo...

Así es Mónica, la dualidad está en nosotras, en todos, solo hay que permitirla.
Gracias por dejarme ver lo que haces, que es precioso.
Un abrazo enorme
Lola Martín.